Cuenta la historia que Santa Teresita siempre tenía un cordoncito con 10 cuentas y una Cruz en el bolsillo. Cada vez que realizaba una buena acción o un sacrificio por los demás, pasaba una cuenta hacia el lado de la Cruz. Así, al finalizar el día, había concretado 10 buenas acciones que la habían acercado a Jesús en la Cruz.

Así nace ésta pulsera, que aparte de ser un hermoso accesorio, es un recordatorio importantísimo de que sin sacrificios no llegaremos al Cielo.

Confeccionada en cuentas y medalla de acero quirúrgico, conserva su brillo y su color sin alterarse con el tiempo. El cordón de seda que acompaña es suave al tacto y permite que las cuentas de deslicen con facilidad sin trabarse. La medalla puede elegirse (consultar por variedad de stock).

¡Incluye las instrucciones para usarla!